…Siempre anhelante la sensación de espera, ¿en que me he
convertido? ¿En un servil amante o en un flagrante soñador sin vista, que sus mejores
escritos y esfuerzos pone al aire y a la deriva, inspirada en ti?
Contemplo el hecho de que sinceramente desearía un mentira
que me inicie de nuevo en la capacidad
de volver a soñarte despierta e incluso
dormida y que sea verídica tu silueta, que dance entre mi elocuente y
trivial mente.
Se que intento hacerme el ciego esquivo y mezquino cuando
entre las casualidades mas inocentes te me cruzas por el camino, se que mis
ojos divagan celosamente mirándote furtiva y
sutilmente al pasar y capten en menos de lo que te demoras en comprender, que aprehendiste un corazón y lo encerraste en un calabozo de rabia y amor, que también capten tus sonrisas y tu seriedad, que no se dejan enmarcar como un cuadro de
una pintura en mi mente, mas bien son inquietas y rebeldes en mi solitaria y corrosiva mente.”
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